jueves, 23 de septiembre de 2010

LA FOTOGRAFIA COLOR

La Fotografía en color es una división del arte de la Fotografía que surge de la técnica de revelado de la fotografía en color.

La primera fotografía
La fotografía en colores fue estudiada a lo largo del siglo XIX. Experimentos iniciales en color no pudieron fijar muy bien la fotografía ni prevenir que el color se desvaneciera. Además, hasta los años 1870 las emulsiones disponibles no eran sensibles a la luz roja o verde.
La primera fotografía con color permanente fue tomada en 1861 por el físico britanico James Clerk Maxwell. Presentó su método aditivo de fotografía en color en Londres, con la intención de demostrar que cualquier color podía obtenerse mezclando luces de los tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) en diferentes proporciones. Probó la teoría haciendo pasar la luz a través de filtros coloreados combinados y proyectando el resultado en una pantalla. Fue el primer sistema aditivo aplicado a la fotografía en color y recibió el nombre de tricromía. La fotografía en color que realizó Maxwell fue a partir de tres fotografías sucesivas cada vez con la lente tras un filtro diferente: rojo, verde y azul. Cada una de las tres imágenes se proyectaba sobre la misma pantalla con la luz del color del filtro que se había empleado para tomarla. La fotografía se llamó Tartan Ribbon y está considerada como la primera fotografía de color permanente. Ésta todavía puede verse en la Universidad de Cambridge. El procedimiento tiene un fundamento científico, pero el experimento resultó por pura coincidencia, ya que la emulsión utilizada por Maxwell poseía una sensibilidad cromática insuficiente.
Varios métodos patentables para producir imágenes fueron ideados desde 1862 por dos inventores franceses (quienes trabajaban independientemente), Louis Ducos du Hauron y Charles Cros.[1] Basándose en el método sustractivo, utilizaron tres negativos del mismo tema a través de un filtro colocado entre la placa y el objetivo. Un selector apropiado interceptaba uno de los colores primarios para cada negativo. El positivo transparente se obtenía con la utilización del colorante correspondiente al color que representaba cada negativo. Luego las imágenes eran sobrepuestas y entregaban una fotografía única conteniendo todos los colores. La complejidad de este método, que requería, como el de Maxwell, la utilización de varios negativos, y la carencia en esa época de emulsiones sensibles, hicieron que la fotografía en color fuera muy difícil de realizar. No eran métodos prácticos ni comercializables.

Perfeccionamiento de la técnica

En 1873 Hermann W. Vogel descubrió que la placa de colodión húmedo normalmente sólo sensible al azul podía hacerse más sensible al verde tratándola con algunos tintes de anilina. Esto le llevó a la placa ortocromática, insensible al rojo y todavía supersensible al azul, pero ya se avanzaba en la dirección correcta. Más tarde (1884) logró sensibilizarla al naranja pero no será hasta 1906, que Wratten y Wainwrigth, en Londres, introduzcan la placa pancromática, sensible a todos los colores del espectro.
Las placas de vidrio Autochrome, o autocromas, salieron al mercado en 1907, siendo el primer sistema comercializado, y el único disponible en color hasta 1935. Se debió a la gran aportación de los franceses Auguste y Louis Lumière, que idearon un sistema de rejilla, en la cual la placa era recubierta de minúsculos granos de fécula de patata, teñidos. Las placas autocromas eran transparencias o diapositivas.
Otro procedimiento de fotografía en color fue inventado por Sergei Mikhailovich Prokudin-Gorskii, el cual consistía en tres exposiciones monocromas diferentes (negativos separados) de una escena a través de filtros rojos, verdes y azules. El propio inventor, entre los años 1909 y 1915, tomó imágenes de gran belleza a lo largo del imperio ruso. Pero este sistema no se comercializó, y sólo sus herederos conservaron sus imágenes.

LA FOTOGRAFIA BLANCO Y NEGRO

La fotografía en blanco y negro, en ocasiones abreviado como B/N o en inglés B/W (de black y white), es una frase adjetiva utilizada sobre todo en cine y fotografía para describir varias formas de tecnología visual. La fotografía en blanco y negro se caracteriza por la ausencia de colorido, esto es debido a su naturaleza química, que se compone de haluros de plata. En un primer paso la película se expone a una determinada cantidad de luz en una cámara oscura o fotográfica, con lo que se obtiene una imagen latente que aún no se puede ver. Se revela con líquidos especiales y opcionalmente se pasa por un baño de paro y ya tenemos la imagen. Aún falta un paso, la fijación, esto es "fijar la imagen" para que sea químicamente estable y no reaccione a la luz ni otros agentes exteriores.
Muchas formas de tecnología visual se han desarrollado inicialmente en blanco y negro y han evolucionado paulatinamente para incluir color. La expresión blanco y negro se usa aún cuando en ocasiones las tecnologías visuales en cuestión incluyen varios matices de gris además del blanco y el negro o cuando se utiliza blanco y matices de un solo color como el sepia.
Al contar con tecnología para hacer imágenes en color, la fotografía en blanco y negro se continúa utilizando debido a diferentes cualidades que sólo ella ofrece, entre éstas: la ausencia de color permite al espectador concentrarse en la forma y relación de lo fotografiado sin tomar en cuenta los colores de los objetos.
Para que una fotografía en blanco y negro se considere buena debe de entrar en lo que se conoce como sistema de zonas, que a grandes rasgos es que la fotografía tenga toda la gama de grises, desde el blanco más blanco hasta el negro más negro. El sistema de zonas es una técnica de blanco y negro, que diseñó el fotógrafo Ansel Adams.
Entre los pioneros de la fotografía en blanco y negro en España destacan Miserachs, Terré y Maspons, además de Ramón Masats.